Por Miguel Silgado
Ética y Humanidad
En este orden de ideas, se aborda el tema de lo ético, desde la perspectiva de la investigación
científica, entendida la ética como la acción de formación que incide en la vida personal y en la
sociedad; es pertinente afirmar que al igual que el hombre y la sociedad
transitan por rumbos de deterioro de los principios éticos los cuales son
justicia, beneficencia, no maleficencia, autonomía; también lo está, una de las
acciones propias del hombre, como lo es la producción intelectual con carácter investigativo
y científico.
Los Elementos Éticos
De acuerdo con Bermúdez (2006), debido a la carencia
actual de elementos éticos, hay poca producción intelectual inédita de transcendencia
originaria y auténtica por parte de aquellos que aspiran a un título
profesional o de estudios de postgrado; el autor concluye que el candidato recurre
a la copia o transcripción de otros trabajos de investigación para beneficio
propio, sin respetar su propiedad intelectual.
La Educación Transformante
En este orden de ideas, la actividad educativa de hoy debe
transformarse para formar a las nuevas generaciones en las necesarias
competencias de creatividad mediante modelos educativos de última generación
que combinen saberes cognitivos, actitudinales y procedimentales con la
suficiente racionalidad científica, tecnológica y comunicativa.
El dilema
El deber ser supone la existencia de valores y presupone
la existencia de un individuo que en sus actos se convierte en persona, en la
perspectiva de Habermas la cual señala que, colocando el deber, como el fin de
la conducta, llevándolo a orientar sus aspiraciones y deseos que acompañan cada
acto. Este acto humano, debe ser realizado tanto por hombres y mujeres del
mundo cotidiano, como por aquellos que hacen parte del mundo de las ciencias y
las tecnologías en cuyas mentes se gestan los grandes avances de la humanidad
.
En este orden de
ideas es pertinente plantear el debate, de la ética frente los avances
científico-tecnológicos, si bien la ética posee sus pilares de justicia,
beneficencia, no maleficencia, autonomía y la ciencia y la tecnología están al
servicio de una sociedad, conformada por hombres y mujeres con la capacidad de
orientar sus deseos y aspiraciones al bien común, entonces, ¿por qué muchas de
las catástrofes que ha atravesado – y de hecho atravesará – la humanidad poseen sus orígenes en hechos o
avances científico-tecnológicas? Las ciencias hoy se hallan en un grave dilema
ante el cual quizá aún no esté en capacidad de responder autónomamente.
En este sentido, se pueden considerar un sinnúmero de
situaciones reales, las cuales van desde el consumo de productos que atentan
contra la propia salud del ser humano y la del medio ambiente, la producción de
materiales de desecho líquido, sólido y gaseoso que atentan en contra de la
conservación del planeta; es pertinente el cuestionamiento mediante el
interrogante ¿consumo o existo?, ¿Son la ciencia juntamente con la sociedad el
problema? La ciencia avanza y mantiene en dinámica la actividad de producción
investigativa y novedad, pero hasta qué punto la misma ciencia con sus avances
y novedades deja de proponer posibles soluciones a los problemas y se
constituye en parte de estos o incluso hasta en la generadora de estos.
Propósitos o Despropósitos
Del mismo modo, es pertinente considerar que, durante
miles de millones de años, la raza humana ha ido desarrollando una capacidad
para someter, de forma despiadada e inescrupulosa los recursos de la
naturaleza, este aprovechamiento ha alterado el orden original y perfecto del
Planeta Tierra y de toda creación. Este irrespetuoso sometimiento, con humanos propósitos en unos casos y ambiciosos
propósitos en otros, ha dado origen a devastación y calamidades haciendo cada
vez más difíciles la existencia y coexistencia entre seres humanos y la naturaleza,
en el único espacio posible para la vida.
Ante esta situación, votar por el rechazo de la ciencia y
sus avances no se considera la salida inmediata, porque lo
científico-tecnológico no es maligno, a pesar de las luchas por la supremacía
mundial con las millonarias inversiones en exploraciones espaciales, asombrosos
resultados y nuevos proyectos sobre manipulación y alteraciones genéticas con
sus pros y contras, avances y descubrimientos de la industria farmacéutica que
hoy por hoy ha desembocado en un negocio esencial y las investigaciones, a
pesar de las protestas de grupos, mediante el sacrificio de animales, más bien
se propone una salida un poco menos conflictiva.
Y la Escuela
Esa ruta de salida, podría ser la de someter a
consideración de los distintos sistemas educativos este caos de lo ético y lo
científico, para que sea desde la escuela el lugar desde donde se pueda formar
en el rechazo de todos aquellos “Productos Científicos” y comprender las
ventajas de la conservación y utilización del planeta, con la finalidad que por
cada uno de los seres humanos que habitan el planeta tierra, se pueda aportar
para detener la destrucción de los recursos naturales que sustentan la vida,
dejando un universo más armonioso para las futuras generaciones (Giles, 2004).
En este orden de ideas, se propone la integración
curricular, de tal modo que los aspectos que aquejan a la sociedad emergente,
tales como el derretimiento de los polos, el calentamiento global, los
fenómenos de la naturaleza y la explotación desmedida de recursos no
renovables, sean abordados desde diversas perspectivas incluyendo la ética,
para dotar a las generaciones de un enriquecimiento por lo humano, la
conservación ecológica, tolerancia en las diversidades de género, etnias,
ideologías, religiones etc., pero sobre todo criterios éticos, con el fin de tomar
conciencia y aportar para recomponer la única casa, y hacerlo con la certeza de
que el tiempo se agota, y que es hora de emprender esa misión.
REFERENCIAS
Bermúdez P. Claudia
(2006). El sendero de los pueblos.
Editorial Universidad del Valle. Cali. Colombia.
Giles, E. James (2004). Bases Bíblicas de la Ética. Editorial Mundo Hispano. Colombia.



